Esta
consideración puede ser el inicio de una serie de errores que conllevará a un
final poco afortunado en el diseño de los centros de datos alternos. Esto
porque realmente no se debe considerar los mínimo, sino lo básico. Aquello que
permita poder restablecer los procesos críticos y fundamentales de una
organización. Estos procesos no siempre son los que más dinero le pueden hacer
perder más dinero a las organizaciones, también pueden ser aquellos que le
pueden afectar severamente la reputación.
Es
por ello que debemos tener en consideración los siguientes aspectos:
- Identificación de los procesos y activos de negocios que requieren más protección
- Determinar los costos que implique perder estos activos o que se genere una interrupción por un tiempo que exceda el tiempo óptimo de recuperación
- Identificar las estrategias y alternativas de recuperación para los distintos escenarios de recuperación
- Determinar la ingeniería de detalle para establecer el costo de la infraestructura que habrá de colocarse en el centro alterno
Cuando
se llega a este paso, nos encontramos con un conflicto entre los responsables
de dimensionar el centro alterno y el deseo de las unidades del negocios; pues
no es simple fijar el punto de equilibrio entre lo requerido por las unidades
del negocio; determinado por lo general en los tiempos óptimos de recuperación
(RTO) del punto 1; y el gasto que se debe ejecutar para satisfacer dicho RTO.
Las
unidades del negocio tienden a ser inflexibles en cuanto a modificar y hacer
más amplios sus rto's; sin embargo no se sienten comprometidas con la inversión
que hay que hacer para recuperar los procesos en los tiempos exigidos. De igual
manera, uno de los errores que se comenten por parte de los diseñadores de la
arquitectura del centro alterno, es que no especifican con claridad, el punto
de equilibrio entre las pérdidas ocasionadas por la interrupción de las
operaciones del negocio y la inversión requerida para satisfacer dicho punto.
Un
aspecto adicional que debe ser considerado, es el punto óptimo de recuperación
(RPO); el cual permite determinar con detalle la práctica de respaldo y recuperación
así como el tiempo de retención aplicado por la organización. Si este es muy
bajo, podría requerir mayor inversión en respaldo, almacenamiento, replicación
y procesamiento. Es
por ello que lo recomendable no es sólo llegar a calcular cuanto se pierde si
no sigue operando una empresa por un tiempo determinado. También es muy
importante tener el detalle de cuanto cuesta reiniciar los procesos en los
tiempos deseados por las unidades de negocios y sus interesados, dado que es
ello quien permitiría establecer el margen de tolerancia y límites de riesgos,
así como la cantidad de dinero a colocar para satisfacer el nivel básico que
debe ofrecer un centro alterno.